Los registros locales del Observatorio Meteorológico indican que hasta el 20 de agosto la provincia acumuló 831,2 milímetros de lluvia, lo que representa un déficit anual de 82,8 mm respecto a los promedios históricos.
El mes más crítico fue enero, cuando se registró sequía extrema. Desde entonces las precipitaciones se recuperaron parcialmente, aunque persiste la diferencia en los acumulados anuales.
En agosto se midieron 17,3 mm menos de lluvia respecto a lo esperado, pero los pronósticos indican que hacia fin de mes podrían darse nuevas precipitaciones que ayuden a equilibrar los valores.
En cuanto a temperaturas, el año mostró contrastes marcados: febrero tuvo un calor extremo con una media 5,86°C por encima del promedio histórico, mientras que junio registró un frío inusual con 1,53°C menos. Este agosto destacó por su amplitud térmica de 27,9°C entre mínimas y máximas, lo que puede afectar procesos biológicos y productivos.